Como se dice mujer en Venezuela?
¿Cómo se dice mujer en Venezuela?
La Jeva. Aunque la mayoría de las venezolanas odiamos esta expresión informal que sustituye a la palabra «mujer», es comúnmente utilizada por los jóvenes para hablar en tercera persona de nosotras. Un hombre podría decir “mi Jeva es odontóloga” o “esa Jeva sí es fea”.
¿Qué dicen los venezolanos?
Palabras de Venezuela
| Palabra ↕ | Significado ↕ |
|---|---|
| negrear | menospreciar |
| niche | dicho de una persona: de baja condición, de conducta chabacana o que tiene mal gusto / Dicho de una cosa: tosca, vulgar, de mal gusto |
| paco | miembro del cuerpo de Policía |
| pana | amigo, camarada, compinche |
¿Cuáles son las palabras más usadas en Venezuela?
Las expresiones venezolanas más populares
- Estar arrecho/a. Estar arrecho/a es estar enfadado/a con alguien o por algo.
- Te va a llevar un carrito de helados/polos. Esta expresión es un poco difícil de entender.
- Tener violín. Te huele el sobaco.
- Pedir/dar la cola.
- Jalar las bolas.
- Echarse un palo.
- Mamar gallo.
- Echarle pichón.
¿Cómo se dice en Venezuela hacer el amor?
– Copular, hacer el amor, tener sexo. Cojonera.
¿Qué son las palabras venezolanas?
En Venezuela como en muchos otros países existen palabras de uso común que caracterizan a esa zona y se encuentran influenciados por localismos y modismos. Así las palabras venezolanas son esta serie de usos y manejos del lenguaje que caracterizan a las personas oriundas de Venezuela o que residen en Venezuela.
¿Cuáles son las frases más típicas venezolanas?
Las 100 Frases y Palabras Venezolanas Más Típicas. Por. Maria Laura Romero. Las frases típicas venezolanas denotan enseñanzas, chistes y sarcasmos sobre la vida cotidiana de la población. Entre ellas destacan “musiú”, “guachiman”, “cotufa”, “”beta”, “bonche”, “pea”, “cuamina”, “choro” y muchas otras que te nombraremos.
¿Cuáles son las reinas de la cena venezolana?
Las hallacas son las reinas indiscutibles de la cena navideña venezolana. El menú del desayuno incluía jugo de naranja y café. No me preocupé más por seguir aprendiendo, hasta hoy, que me puse a jurungar aquí y allá para poder cambiarle los colores a esta página. ¡Qué ladilla estar sin carro! Vamos, agarra tus macundales, que te largas.
