Pautas

Donde se habla del diezmo en la Biblia?

¿Dónde se habla del diezmo en la Biblia?

En la Biblia ​ En los versículos finales (30-34) de Levítico 27 se dan preceptos sobre los diezmos. Varios conceptos de diezmos se describen en Deuteronomio en el capítulo 14 versículo 22-29.

¿Qué dice la Biblia del dar?

La Biblia no dice que es mejor dar que recibir, lo que la Biblia dice es, «Más bienaventurado es dar que recibir.» O sea, que es de mayor bendición cuando damos, aunque cuando recibimos es de bendición para nosotros. Y más que todo, demos amor, paz, y palabra de bendición a todo el que nos rodea.

¿Cuáles son los beneficios de diezmar y ofrendar?

Diezmar y ofrendar es parte de la adoración a Dios. Es más que dar dinero para cosas que aparentar ser materiales. En el acto de traer parte del fruto de nuestra labor a la iglesia, un cristiano dice: Mi corazón está agradecido pues lo que tengo, lo tengo porque Dios me lo dio y de él son todas las cosas.

¿Qué significa dar el diezmo?

Dar el diezmo es reconocer que todo lo que tenemos viene del Señor. Significa devolverle a Dios una pequeña parte de todo lo que él derrama en nuestras vidas. Cuando tenemos un corazón agradecido ofrendamos y diezmamos con alegría.

¿Qué es el dinero del diezmo?

La Iglesia utiliza el dinero del diezmo para diversos fines, algunos de los cuales son: La edificación, el mantenimiento y el funcionamiento de templos, centros de reuniones y otros edificios. El proporcionar fondos de funcionamiento para las estacas, los barrios y otras unidades de la Iglesia.

¿Qué es el diezmo de mi pueblo?

En tiempos modernos, el profeta José Smith suplicó: “…¡Oh Señor! Indica a tus siervos cuánto requieres de las propiedades de tu pueblo como diezmo…” ( D. y C. 119, encabezamiento); el Señor le contestó: “Y esto será el principio del diezmo de mi pueblo.

¿Cómo reciben las ofrendas en el templo?

Unos dan a manos llenas, y reciben más de lo que dan; otros ni sus deudas pagan, y acaban en la miseria. Jesús se sentó frente al lugar donde se depositaban las ofrendas, y estuvo observando cómo la gente echaba sus monedas en las alcancías del templo.