¿Cómo usar la leche de magnesia para el acné?
¿Cómo usar la leche de magnesia para el acné?
Con la piel limpia y ya hidratada, aplica la leche de magnesia con la yema de los dedos en movimientos circulares por todo el rostro, como si estuvieras aplicando una crema hidratante. Distribuye el producto de forma uniforme por toda la piel.
¿Cómo usar la leche de magnesia para aclarar las axilas?
Para combatir el olor puedes usar leche de magnesia, que además sirve para absorber la humedad. Pon un poco en tu axila por 20 minutos y lávala con agua. También puedes usar alternativas como un desodorante de aceite de coco y bicarbonato.
¿Qué beneficios tiene la leche en la cara?
Los beneficios que se le atribuyen son los siguientes: Se considera un agente blanqueador, ideal para disminuir la presencia de manchas en la piel. Tiene propiedades calmantes que disminuyen los síntomas del eccema y la dermatitis. Su contenido de ácido láctico contribuye al tratamiento del acné.
¿Qué es bueno para blanquear la cara?
Existen algunos remedios naturales para blanquearla.
- Zumo de limón. Tanto si lo tomamos como si nos aplicamos un poco a modo de mascarilla, podemos blanquear la piel de forma mejor.
- Vinagre de manzana.
- Leche.
- Yogurt.
- Aloe vera.
- Manzanilla.
- Aceite de aguacate.
¿Cómo blanquear mi piel con leche?
Pasos a seguir para aclarar la piel También puedes poner unas gotas de leche en un disco absorbente y aplicarlo en las zonas que deseas blanquear. Deja que actúe toda la noche y aclara por la mañana con abundante agua fría. Si quieres además que tu piel esté impecable y sin impurezas, prueba el agua de arroz.
¿Cómo aclarar los brazos con leche?
Pon un poco de leche hasta hacer una crema consistente. Ponerla en las noches en los brazos y dejar actuar hasta que se seque bien la crema. Lávate los brazos con agua tibia y repite la operación por unas semanas.
¿Qué es bueno para quitar lo quemado del sol?
Aplicar compresas de agua fría es muy recomendable para aliviar las molestias de las quemaduras de sol. Puedes hacerlo sumergiendo una toalla en agua fría y aplicarla en las áreas quemadas durante varios minutos. Remoja la toalla a menudo para que esté lo más fría posible, evitando aplicar hielo sobre la piel quemada.