¿Cómo benefician tu salud y tú bienestar?
¿Cómo benefician tu salud y tú bienestar?
Practicar diariamente una actividad física moderada y a largo plazo, como puede ser caminar a buen ritmo durante 30 minutos, tiene numerosos beneficios para la salud: Te ayuda a mantenerte en tu peso. Contribuye a controlar el nivel de azúcar en sangre y reduce el riesgo de enfermedades coronarias.
¿Por qué es importante mantener nuestro cuerpo en buen estado de salud y fortalecido como una práctica consciente integral?
Mantener un estilo de vida saludable reducirá tus posibilidades de contraer una enfermedad coronaria y cardiovascular y nivelará tus niveles de azúcar y colesterol en la sangre. Además, disminuye la aparición de enfermedades crónicas y degenerativas como, cáncer, alzheimer, etc.
¿Por qué es importante los habitos saludables?
Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. En cambio, una mala alimentación puede reducir la inmunidad, aumentar la predisposición a ciertas enfermedades y alterar el desarrollo físico y mental.
¿Qué podemos hacer para mantener en buen estado nuestra condición física?
Las actividades físicas que desarrollan la resistencia incluyen:
- Caminar rápido.
- Trabajar en el jardín (cortar el césped, rastrillar las hojas)
- Bailar.
- Trotar.
- Nadar.
- Andar en bicicleta.
- Subir escaleras o escalar colinas.
¿Qué significa tener habitos de vida saludable?
Llamamos hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. Determinan la presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar.
¿Cómo se puede desarrollar hábitos y estilos de vida saludables?
A continuación se presentan algunas pautas de conducta y consejos de salud que ayudarán a proporcionar una mejor calidad a nuestro existir.
- Llevar una vida activa.
- Cuidar la alimentación.
- Reducir la ingesta de grasas saturadas.
- Comer más frutas y verduras.
- No fumar.
- Mantener un peso equilibrado.