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Que es el pensamiento convergente y ejemplos?

¿Qué es el pensamiento convergente y ejemplos?

En otras palabras, sería la capacidad para solucionar problemas o contestar preguntas sin que se requiera de una gran habilidad creativa. Un ejemplo de pensamiento convergente sería aquel que solemos utilizar para hacer operaciones comunes, como una suma.

¿Cómo funciona el pensamiento convergente?

El pensamiento convergente preconiza que sólo existe una solución correcta para cada problema. Los seres humanos nos basamos en nuestros conocimientos previos y ordenamos de manera lógica la información disponible para llegar a esa solución inequívoca que cierra el problema.

¿Qué provoca la actividad divergente?

Los bordes divergentes pueden ser apreciados en la dorsales mesooceánicas y las zonas rifts. Su presencia lleva a la creación de fallas laterales y hundimientos de bloques llamados grabens. Los bordes divergentes –como el resto- está asociado a la actividad volcánica y terremotos.

Debido a la manera en que funciona, cuando una persona utiliza el pensamiento convergente, sus conclusiones han sido alcanzadas siguiendo un proceso deliberado, formal y racional. Por eso, si se lleva a cabo correctamente, el resultado del proceso será innegable, al contrario de lo que ocurre con otras formas de pensamiento.

¿Qué es el pensamiento divergente?

Por eso, este proceso de pensamiento es especialmente útil para resolver problemas lógicos, cerrados y concretos, como por ejemplo un test estandarizado. El pensamiento divergente puede utilizarse para explorar nuevas alternativas, proponer soluciones creativas a un problema, y en general observar distintos ámbitos de la realidad.

¿Qué es un pensamiento?

Es un pensamiento que sigue un camino trazado y una línea marcada. Está dirigido hacia la solución correcta de un problema y se mueve buscando una respuesta determinada o convencional, por lo tanto encuentra una única solución a los problemas.

¿Qué es el pensamiento matemático?

Es el pensamiento habitual, casi el matemático. Seguimos un proceso o unos dictámenes, por así decirlo, haciendo convergir aquello que sale de nosotros en un punto en donde nosotros somos como emisores de ese mensaje.