Consejos útiles

Que le pasa al cuerpo cuando abortas?

¿Qué le pasa al cuerpo cuando abortas?

La mujer que acaba de sufrir un aborto puede tener distintos síntomas, desde dolor lumbar hasta molestias abdominales agudas o de tipo cólico, con o sin sangrado vaginal, así como pérdidas de restos de tejido o coágulos.

¿Qué pasa si me quedo embarazada inmediatamente después de un aborto?

La respuesta es que SÍ, no hay ningún problema en volver a concebir después de un aborto, ya sea natural o inducido, siempre que no haya habido más complicaciones durante este proceso. También es muy común que algunas mujeres piensen que es más difícil quedarse embarazada tras un aborto.

¿Qué sucede después de un aborto espontáneo?

Tras un aborto espontáneo, tus hormonas necesitan algunas semanas para volver a la normalidad. Puede que sigas sintiendo algunos síntomas del embarazo después de un aborto espontaneo. Esto terminará cuando tu útero recupere su tamaño normal.

¿Cuando abortas subes de peso?

Hay mujeres que pueden subir de peso como consecuencia del estrés producido por la interrupción del embarazo, esto provoca una mayor ingesta de alimentos que en la mayoría de los casos tienen altas calorías. Así que una dieta equilibrada es lo má recomendable para normalizar tu peso.

¿Qué tan fertil es una mujer después de un aborto?

De acuerdo a un artículo del International Journal of Obstetrics and Gynecology el 83% de las mujeres ovulan en el primer ciclo después de un aborto, lo que puede ocurrir hasta ocho días después del procedimiento; no obstante, los ciclos menstruales también tienden a volverse irregulares.

¿Cuánto tiempo puedo quedar embarazada después de un aborto?

En general, no se recomienda tener relaciones sexuales durante dos semanas después de un aborto espontáneo para prevenir una infección. Puedes ovular y quedar embarazada apenas dos semanas después de un aborto espontáneo.

¿Cuál es la dieta después de un aborto?

El hierro hemo procedente de las carnes rojas es el más recomendado, ya que se absorbe más fácilmente por el organismo. Otros alimentos aportan hierro no hemo, por ejemplo legumbres como las lentejas, las alubias o la soja, verduras de hoja verde como las espinacas, y algunos pescados o mariscos.