Cuales son las modalidades de la dialisis?
¿Cuáles son las modalidades de la dialisis?
En la DP se distinguen dos modalidades principales: la manual o Diálisis Peritoneal Continua Ambulatoria (DPCA) y la automatizada o Diálisis Peritoneal Automática (DPA). En la DPCA el paciente lleva líquido en la cavidad peritoneal durante las 24 horas del día que se recambia de forma manual 3-4 veces/día.
¿Qué es la dialisis continua?
Es una diálisis que realiza diariamente el propio paciente en su domicilio tras un periodo de aprendizaje. Solo se requiere de un espacio suficiente para almacenar el material, y un lugar adecuado y bien ventilado para realizar la técnica, que puede ser la propia habitación.
¿Cómo se clasifica la dialisis peritoneal?
Hay dos tipos de diálisis peritoneal (DP): la diálisis peritoneal continua ambulatoria (DPCA) y la diálisis peritoneal cíclica continua (DPCC).
¿Cuál es la diferencia de la dialisis y hemodialisis?
La diálisis peritoneal es una técnica domiciliaria (“se hace en casa”) y la hemodiálisis se hace habitualmente en un centro de diálisis, hospitalario o no, si bien los avances en las técnicas hace que cada vez haya más paciente que están en hemodiálisis en su domicilio.
¿Cuál es la mejor alternativa a la diálisis?
No hay ninguna alternativa farmacológica. Hay medicaciones que pueden ralentizar la progresión de la enfermedad renal, pero no alternativas farmacológicas a la diálisis. Es más, con la diálisis no se arregla todo, y el paciente suele necesitar además medicaciones diversas. La alternativa quirúrgica es el trasplante.
¿Cómo es la dialisis de riñón?
En la hemodiálisis, se extrae la sangre del organismo y se bombea con una máquina hacia un dializador (riñón artificial). El dializador filtra los residuos metabólicos de desecho de la sangre y devuelve la sangre purificada al organismo.
¿Qué pasa después de la hemodialisis?
Presión arterial baja (hipotensión). La disminución de la presión arterial es un efecto secundario frecuente de la hemodiálisis, en particular si tienes diabetes. La presión arterial baja puede estar acompañada de dificultad para respirar, cólicos abdominales, calambres musculares, náuseas o vómitos.
